Inicio  /  Historias
ESTADOS UNIDOS

Trump corta financiamiento a ONGs internacionales dedicadas a la planificación familiar

A un par de días de ser nombrado oficialmente presidente, Donald Trump dio un fuerte golpe contra los derechos de las mujeres en el mundo.

El 23 de enero de 2017, Donald Trump firmó una política conocida como “Mexico City Policy”. Esta se instauró por primera vez durante la administración de Ronald Reagan, pero ha sido motivo de debate durante cada alternancia en el poder del gobierno estadounidense, siendo removida y puesta en vigor una y otra vez. La iniciativa recorta el financiamiento a Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que promueven a escala internacional la educación y servicios de planificación familiar.

Lo que prohíbe esta política

Donald Trump firma documentos acompañado por miembros de su equipo como presidente. (Ron Sachs – Pool/Getty Images)

Esta política prohibirá que el gobierno estadounidense le destine fondos a ONGs que ofrezcan servicios o asesoren sobre cuestiones de planificación familiar y sobre salud reproductiva y sexual. Esto no sólo incluye abortos sino también métodos anticonceptivos, pláticas sobre educación sexual, exámenes médicos e información para la prevención de enfermedades.

Actualmente Estados Unidos destina alrededor de $600 millones de dólares a estas organizaciones que llevan a cabo campañas internacionales para auxiliar en la planeación familiar y la salud reproductiva. Estas organizaciones han apoyado a 27 millones de mujeres y parejas para que tengan acceso a servicios de este tipo.

De modo que organizaciones dedicadas a la asistencia internacional en cuestiones de reproducción y planificación familiar no tendrá financiamiento por parte del gobierno.

El impacto afuera de Estados Unidos

Esto es un golpe directo a la salud y a los derechos ganados por millones de mujeres para poder decidir sobre su cuerpo y tener voz en la planificación de su familia. Esto no significa que el aborto haya quedado prohibido en Estados Unidos, pero aquellas clínicas que ofrecen servicios de este tipo se verán severamente afectadas. Y muchas mujeres, en una escala internacional, no podrán recibir servicios de salud sexual o que les permitan la planificación familiar.

Estas ONGs tienen un alcance internacional, de modo que llevan sus campañas de salud sexual y la planificación familiar a otros países donde el Estado carece de herramientas institucionales para brindarlo. Gracias a este tipo de organismo, personas en zonas de conflicto pueden acceder a bienes, servicios e información sobre este tema: incluyendo el acceso al aborto, condones, etc.

Hombres decidiendo sobre la salud de las mujeres

Marcha de mujeres anti Donald Trump llevada a cabo el 21 de enero de 2017. (Justin Sullivan/Getty Images)

En el sitio de The Huffington Post, señala que mientras se firmaba este y otros documentos. Se podía observar que la presencia de hombres blancos era significativamente mayor que la de mujeres y personas no blancas.

Además criticó también el hecho de que esta decisión podría poner en riesgo la vida de millones de mujeres. Esto sucede gracias al hecho de que en muchos de los lugares donde llegan estas ONGs, los gobiernos locales carecen de instrumentos para cubrir el acceso a la planificación familiar y salud sexual.

La Organización Mundial de la Salud reporta que mueren 21 millones de mujeres al año por tener abortos de alto riesgo en espacios donde no pueden practicarse con condiciones sanitarias.

Si a esto le sumamos la desinformación y la falta de servicios de planificación familiar (como el acceso a condones, por ejemplo), parece que las primeras víctimas directas de la administración Trump serán millones de mujeres.

No es por nada que la movilización principal anti Trump sea la marcha de las mujeres del 21 de enero de 2017. El medio digital Slate publicó este testimonio en un artículo donde se visibiliza el descontento hacia Donald Trump:

Estas elecciones hicieron que me diera cuenta del hecho de que la mentalidad de las personas no es tan progresiva como pensaba. […] Pero creo que algo positivo que podemos tomar de esto es que muchas de las personas que no estaban haciendo nada, yo incluida, y que no votábamos a nivel local, o no poníamos atención a políticas públicas actualmente vigentes; estamos haciéndonos presentes. Estamos aquí hoy.