Las ladrones de la Ciudad de México al parecer están diversificando su armamento para poder seguir quitándoles sus pertenencias a la ciudadanía. Un ejemplo de ello sucedió el domingo 5 de febrero, cuando un ladrón en aparente estado de intoxicación cometió un asalto con un sable tipo samurái abordo de un microbús en el Eje 6 Sur, en la colonia Guadalupe del Moral, delegación Iztapalapa, Ciudad de México.
Cerca de las cuatro de tarde, unos policías de la Unidad de Protección Ciudadana que efectuaban su rondín, recibieron una llamada avisándoles que unos pasajeros fueron asaltados. Al llegar a la unidad de transporte público, los usuarios les señalaron la dirección por donde había huido el sujeto.
Una vez puestos al tanto de las características del asaltante, los elementos se lanzaron en su persecución y afortunadamente pudieron detenerlo a unas calles más adelante del lugar de los hechos, escondido debajo de un vehículo. El sujeto, de 36 años de edad, tenía en su poder, a parte del sable de 50 centímetros, cuatro teléfonos celulares, dos carteras y dinero en efectivo.
Según contó el propio ladrón, se le hizo fácil tomar la espada japonesa que estaba de adorno en la casa de su tía y usarla como arma para conseguir dinero. Metió la espada en su mochila de lona, junto con una botella de plástico llena aguardiente para beber, y salió a buscar a quien poder asaltar.
El sospechoso llevaba ya cinco ingresos a prisión por diferentes cargos de robo.
