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FAMILIA

Enfermero adopta a bebé enfermo

Un enfermero adoptó a un bebé enfermo.

No estaba en sus planes convertirse en padre, de hecho, ni siquiera es casado, pero cuando Matías Devicenzi vio a un bebé abandonado en la sala de neonatología del hospital donde trabaja y decidió adoptarlo. El hecho tuvo lugar en Tucumán, Argentina.

El bebé padece problemas genéticos, malformaciones, deficiencia respiratoria y una enfermedad uronefrológica.

“Me fui de vacaciones en febrero. Cuando regresé lo primero que hice es preguntar por el bebé y aún permanecía internado. Estaba grave. Me acerco a la cuna, como hago con todos porque me gusta hablarles y le digo ‘Si abres los ojos te llevó a mi casa’”, relató Devicenzi.

Según el enfermero especialista en neonatología, el niño abrió sus ojos negros en ese momento.

“No pensé más y me sentí que era su papá. Muchos se sorprendieron y otros me decían que estaba loco. ¡Cómo te vas a meter en algo así solo y a los 29 años! No me importó y comencé los trámites”, explica con emoción el ahora padre.

El proceso de adopción era complejo, sin embargo el hombre cumplía con todos los requisitos. Mientras que el bebé, llamado Santino, tenía cinco meses de edad y debía ser intervenido quirúrgicamente por un problema de la vejiga. Tras la cirugía y los trámites de adopción, Devicenzi no pudo ver al menor por dos meses. Fue hasta el 12 de octubre, el día del cumpleaños número 30 del enfermero, cuando se le informó que le habían concedido la guardia legal.

Gracias a que Devicenzi llevó a su hijo adoptivo a estimulación temprana, superó el retraso en la maduración que presentaba.

Actualmente padre e hijo viven juntos y solo se separan cuando el enfermero tiene que hacer guardias, es entonces cuando Santino queda al cuidado de la madre de Matías Devicenzi.

El niño solo tiene un riñón, por lo que tiene que llevar una estricta dieta baja en sal.

“Es de buen comer, le gusta todo pero debemos respetar la dieta en cuanto a la sal”, dice el hombre de 31 años.

Según el orgulloso padre, la vitalidad de Santino hace que uno olvide sus padecimientos.

Con información de Clarín