A un año de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la relación comercial entre China y Estados Unidos no ha cambiado, pero el tono del presidente sí.
Entre más encuentros tiene Donald Trump con Xi Jinping, la postura del estadounidense parece más pro-China a diferencia de los años previos, donde se distinguió por sus ataques a este país.
Las constantes referencias al déficit comercial de Estados Unidos con China convirtieron al país asiático en el villano central de sus discursos, especialmente cuando habló de empleos y política exterior.
El déficit comercial de Estados Unidos con China llegó a un récord de 347 mil millones en 2016.
Este déficit comenzó a principios de la década de 2000 con el rápido crecimiento del sector de manufacturas en China y su entrada a la Organización Mundial de Comercio el año siguiente.
China ha sido acusado durante años en Estados Unidos por mantener su moneda a un precio bajo, así como los salarios, además de dar subsidios a sus empresas para impulsar sus exportaciones.
Según analistas, este déficit es reflejo de una economía fuerte, ya que los consumidores estadounidenses gastan e importan más productos chinos.
A pesar de estos argumentos, Trump insistió en vilificar a China con su base de votantes en los estados que han perdido empleos en sectores que compiten con el país asiático, pero tras su primer año de gobierno, no presentó medidas concretas para corregir el desbalance.
Desde su campaña presidencial, Trump hizo dos propuestas: aprobar un arancel del 45% sobre los productos fabricados en China y etiquetar a ese país como una nación manipuladora de divisas, pero hasta ahora no ha concretado ninguna medida.
En abril Trump recibió la visita del presidente Xi Jinping en su residencia de Mar a Lago, donde habló con entusiasmo del pastel que compartieron, pero los planes de etiquetar a China como un manipulador de moneda fueron olvidados.
Siete meses después, Trump viajó a China en lo que se llamó “una visita de Estado plus”.
En sus discursos frente a miembros del Partido Comunista, el estadounidense elogió a la economía china, a Xi Jinping, y culpó a sus predecesores del “enorme” déficit comercial.
Según estimaciones del Council of Foreign Relations, se espera que este año la administración Trump tome medidas más concretas respecto a China, pues en materia de comercio internacional en su primer año de gobierno el mandatario se concentró en renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el acuerdo comercial de su país con Corea del Sur.
Con información de Ana Velasco-Foro Global
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