Alrededor de las 5:25 de la madrugada de este domingo, un sedán de la marca Nissan se proyectó hacia el primer piso de un edificio en la ciudad de Santa Ana, en el condado californiano de Orange County.
De acuerdo a fuentes policiales, el auto blanco, que circulaba a exceso de velocidad, chocó contra un separador de carriles que lo elevó lo suficiente como para incrustarse en el muro de un consultorio dental ubicado en el piso superior del inmueble afectado.
Los bomberos que atendieron las llamadas de emergencia de los vecinos de la zona dijeron que el auto voló aproximadamente unos 18 metros antes de quedar atrapado entre la estructura del edificio.
Los huéspedes de un motel cercano indicaron a la Policía local que el ruido del choque fue tan fuerte que los obligó a salir de sus camas para ver qué había sucedido.
La Policía local indicó que no hubo más heridos además del conductor y su pasajero, quienes presentaron lesiones leves a pesar de lo aparatoso del choque.
E (Orange County Fire Authority).
El Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles tuvo que usar maquinaria especial para remover el auto, en cuyo interior permanecían el conductor y su pasajero.
Ya en el suelo solo uno de los dos pasajeros pudo salir por su propia cuenta, mientras que el otro quedó atrapado entre los fierros retorcidos del vehículo hasta que los bomberos lo sacaron usando dispositivos especiales de rescate.
El diario New York Times indicó que el conductor le confesó a los oficiales del condado que había usado drogas antes de ponerse detrás del volante, por lo que tendrá que enfrentar cargos de conducción bajo la influencia de narcóticos una vez que salga del hospital donde atienden sus heridas.
Según la publicación neoyorquina, el dueño del consultorio dental que resultó afectado no pudo ser contactado, por lo que se desconoce su versión de los hechos, pero varias personas en redes sociales indicaron que cuando se removió el auto, quedó un enorme boquete en uno de sus muros.
