Inicio  /  Historias
CIENCIA Y TECNOLOGíA

¿Por qué en Europa está prohibida la clonación?

La ciencia avanza rápido. Temas que antes sólo se imaginaban escritores de ciencia ficción, hoy se vuelven cuestiones reales que dan esperanza a unos y miedo a otros. Vimos apenas el año pasado una gran inversión en realidad virtual; el millonario Elon Musk le apuesta a un proyecto que nos lleve al espacio; Hay personas que tienen partes artificiales en su cuerpo y pueden llevar a cabo actividades como cualquier otra persona. El avance científico es la creación de nuevas formas de pensar nuestro mundo e implica cambios paradigmáticos en las relaciones del ser humano.

Es por esto que siempre viene de la mano con planteamientos éticos y filosóficos que están ahí para cuestionar y señalar qué es lo que implican y cómo nos cambian. Esto normalmente culmina con la materialización de algún escrito.

Dolly, la oveja. Fue el primer mamífero clonado. (AP Photo/Paul Clements, File)

Uno de los temas más discutidos y en el que ya existe legislación en algunas partes del mundo es el de la clonación.

Fue en el año de 1998 que 18 países firmaron en Europa el “Protocolo Adicional al Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y la Dignidad Humana en Relación con la Aplicación de la Biología y la Medicina sobre La Prohibición de Clonar Seres Humanos”. En este documento, prácticamente, se prohibió la clonación de seres humanos.

¿Qué dice el protocolo?

El artículo primero de este protocolo plantea la prohibición de esta actividad dentro de los países que firmen este documento.

Artículo 1. Se prohibe cualquier intervención que tenga por objeto crear un ser humano genéticamente idéntico a otro, ya sea vivo o muerto. A los efectos de este artículo, la expresión ser humano “genéticamente idéntico” a otro ser humano significa compartir con otro la misma carga nuclear genética.

Sin embargo agrega que se permite la clonación de tejidos o células para fines médicos y terapéuticos.

Este documento fue firmado por 18 países en su inicio. Alemania fue uno de los países que aseguró que no era necesario hacerlo en ese momento, pues tenían la experiencia de la Segunda Guerra Mundial y el régimen nazi, que había llevado a cabo sórdidos experimentos genéticos. Esto, aseguraron, en Alemania había garantizado legislaciones propias, incluso más restrictivas que el mismo protocolo.

¿Por qué prohibieron la clonación?

Una representación digital del genoma humano en el Museo de Historia Natural de Nueva York en el año 2001. (Photo by Mario Tama/Getty Images)

En 1998 la presidenta en turno del Comité de Ética de la UNESCO hizo una declaración para el periódico francés Le Monde, asegurando que uno de los grandes problemas es que: “tras los asuntos de clonación aparecen siempre el eugenismo”. La eugenesia es el intento de manipular la genética para cambiar a los individuos en una sociedad. Los intentos ejecutados han resultado segregantes, racistas y clasistas, como lo fue el caso de la experimentación genética de los nazis. Por otro lado, el promotor del protocolo, Carlos de Sola aseguró que aquellos que buscan llevar a cabo la clonación humana, lo hacen por una cuestión comercial y están incurriendo en una impostura científica.

Sin embargo, el argumento con mayor énfasis de este protocolo es el de la protección a la dignidad de seres humanos, tanto vivos como muertos. Aquí se establece que los seres humanos son dueños de su propio patrimonio genético, por lo cual, con el protocolo se está protegiendo que se pueda manipular, reproducir o destruir un factor único en cada individuo.

El protocolo dice expresamente:

La clonación deliberada de seres humanos es una amenaza a la identidad humana, pues supone renunciar a la protección mínima contra la predeterminación de la constitución genética humana por un tercero. Otras razones éticas que apoyan la prohibición de la clonación de seres humanos se basan en primer lugar en la dignidad humana, que sufre el peligro de la instrumentalización mediante la clonación artificial humana. Incluso si en el futuro se diese una situación que, en teoría, permitiese excluir la instrumentalización de la progenie clonada artificialmente, esta circunstancia no se considera una razón suficiente para justificar éticamente la clonación de seres humanos. Dado que la recombinación genética que se produce de modo natural es probable que origine más libertad para el ser humano que una configuración genética predeterminada, es en interés de todas las personas el mantener la naturaleza esencialmente aleatoria de la composición de sus propios genes.

Por último, si se llegara a establecer una codificación genética predeterminada y estandarizante, la especie humana podría sufrir un golpe, pues es la variabilidad genética la que nos protege de epidemias, enfermedades y deficiencias.

¿Será el camino de Europa el adecuado para tratar el tema de la clonación o habrá que explorar otros caminos?