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DEBATES Y ENTREVISTAS

Análisis: Brexit dio la pauta para las sorpresas de 2016

 

En su intento de reelegirse, David Cameron prometió al ala más euroescéptica de su partido que convocaría a un referéndum para definir la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, aunque era algo a lo que él mismo se oponía, afirmó Carlos Bravo,

Los británicos dieron al mundo una salida de choque contra la globalización; comenzaron a construir la propuesta de tirar puentes y alzar muros, abundó Rafael Fernández de Castro.

El voto antiestablishment es el sino del 2016; “los candidatos contra todo lo establecido ganaron reflectores. En Reino Unido votaron los viejos que le quitan el futuro a los jóvenes, porque los jóvenes británicos son globales, europeos”. Hoy por hoy, “los 60 mil empleados de la City no saben si se van a tener que ir; el nacionalismo económico no siempre es una gran receta; ha habido muchas incertidumbres”.

Europa los condenó a no ser productivos, sino subsidiados; votaron como una revancha contra Europa, porque, en términos de su identidad, dejaron de ser vistos como centros productivos”

Es interesante ver la geografía del voto británico, coincidió Carlos Bravo, porque votaron por el Brexit “las viejas zonas industriales, bastiones del Partido Laborista; la vieja clase trabajadora votó contra Europa, en zonas que no se vieron desfavorecidas por la inversión europea, sino subsidiadas por el dinero de la Unión”.

Se trata de lugares en los que permeó la sensación de que “Europa los condenó a no ser productivos, sino subsidiados”, entonces votaron como “una revancha contra Europa, porque, en términos de su identidad, dejaron de ser vistos como centros productivos”.

Tanto Carlos Bravo como Rafael Fernández de Castro coincidieron en que la migración fue un punto que operó por el voto para dejar la Unión Europea. “Cameron había ofrecido que llegarían 100 mil migrantes al año, pero han alcanzo más de 300 mil”, dijo Fernández de Castro, por lo que “han hecho a los inmigrantes los chivos expiatorios del Brexit”.

Afirmaron que los migrantes sienten que tienen que ganarse un lugar al sitio donde llegan, por lo que empujan fuerte.

Bravo recordó, además, que la implementación del Brexit no ha empezado, “se tomó una decisión en un referéndum, pero la Corte definió que para invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa hace falta un voto del Parlamento”.

Europa toma pasos firmes y decididos para hacerle la vida imposible al Reino Unido; le dicen que no habrá negociación antes de la notificación y le advierten que tendrá que activar el protocolo del artículo 50. Ya no invitan a Theresa May a sus reuniones y de paso le advierten a los demás del costo de abandonar la Unión Europea.

También es necesario recordar, afirmó, que la burocracia británica no tiene la capacidad de operar todo lo que implica salir de la Unión Europea, “harían falta 30 mil empleados de gobierno”.

Aprovechando eso, en medio de una disputa muy larga, “Europa toma pasos firmes y decididos para hacerle la vida imposible al Reino Unido; le dicen que no habrá negociación antes de la notificación y le advierten que tendrá que activar el protocolo del artículo 50. Ya no invitan a Theresa May a sus reuniones y de paso le advierten a los demás del costo de abandonar la Unión Europea”.

Hasta ahora, dijo Fernández de Castro, los “ingleses han tenido dualidad estratégica, como socios de la Unión Europea y de Estados Unidos, sin terminar de manifestarse por unos o por otros, pero el voto por el Brexit llegó en un mal momento para una Europa que apenas comenzaba a recuperarse de la crisis económica de 2008”.

Por lo pronto, “el Reino Unido ha trascendido y ha sido muy importante para el mundo y ha desencadenado una serie de enojos antiglobales que pueden ser caros para el mundo entero”.

tfo