¿Qué es el techo de deuda?
La deuda de los Estados Unidos no ha dejado de crecer, a pesar de que existe un diálogo entre el Congreso y la Casa Blanca para negociar y mediar su aumento. Fue por esto que crearon una medida que pretendía remediar esto en 1917, pues previamente el presidente tenía libre control sobre las finanzas del país. Con esta medida se busca hacer responsable al presidente estadounidense sobre temas de gasto y deuda.
Estados Unidos tiene una medida que evita que su deuda sea ilimitada. Esto se hace para evitar que puedan contraer deudas impagables. Por lo que básicamente el techo de la deuda es un límite.
Este techo de deuda sirve para poder costear pagos a deudas anteriores, al mismo tiempo que se utiliza para pagar programas. Es decir, seguros sociales, servicios militares, salarios del empleados del gobierno, reembolsos de impuestos, etc.
El techo de deuda había sido suspendido, pero fue acordado durante la administración del expresidente estadounidense Barack Obama, que quedaría en 18.1 billones de dólares.
Este tema ha representado serios problemas para Estados Unidos. Pues ha sido una cuestión aprovechada para negociaciones políticas respecto a ciertas leyes, por ejemplo, en 2013 los republicanos en el Congreso intentaron renegociar programas con Obama por el aumento al techo de deuda. Esto puede poner en crisis al gobierno estadounidense, pues se paraliza el presupuesto con el que cuenta el Congreso para llevar a cabo sus tareas.
Los problemas del techo de deuda
La directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, dice en el Financiero:
Si los legisladores no llegan a un acuerdo para incrementar o suspender el techo de deuda (de nuevo), existe el riesgo de un impago de obligaciones.
Además alerta que si esto llegara a suceder, el departamento del Tesoro de Estados Unidos, tendría que trabajar con un presupuesto extraordinario que sólo le permitiría durante un tiempo limitado. Sin embargo esto podría provocar nerviosismo en el mercado por la incapacidad del gobierno estadounidense de poder pagar sus deudas.
Previo al 2011, el gobierno estadounidense tenía la calificación máxima para pagar sus deudas anteriores (AAA según las calificaciones de Standards & Poors). Actualmente sólo cuenta con AA+, pues aumentó la preocupación por el déficit presupuestario del país y su dificultad para reducirlo.
Sin embargo, actualmente este escenario de crisis es poco probable, pues tanto el Congreso de Estados Unidos como la Casa Blanca, están controlados por miembros del Partido Republicano.