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La batalla más brutal en la historia de los Estados Unidos: Gettysburg, 1863

La batalla de Gettysburg fue de las más sangrientas de la historia americana ¿Qué significó para la abolición de la esclavitud en Estados Unidos?

Nadie dijo que abolir la esclavitud sería sencillo

Entre el 1 y el 3 de julio de 1863 se libró uno de los enfrentamientos más grandes que ha visto nuestro continente: la batalla de Gettysburg en Pensilvania, en la que se enfrentó el ejército de la Confederación contra el ejército de la Unión dentro del territorio estadounidense. En total, se calcula que hubo alrededor de 50 mil víctimas de ambos bandos. De los 88 mil soldados del norte, el número de heridos y muertos sumó 23 mil; de los 75 mil sureños, hubo alrededor de 28 mil personas gravemente afectadas.

Gracias a la derrota devastadora del ejército confederado es que Estados Unidos no se dividió en dos países. La batalla de Gettysburg fue decisiva para el fin de la Guerra de Secesión estadounidense: entre 1861 y 1865 se desarrolló una larga lucha que contrapuso la independencia de los estados del sur (Carolina del Sur, Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas) contra los restantes. A los primeros se les conoció como los Estados Confederados de América, con Jefferson Davis al frente de su presidencia. A los segundos, se les llamó Unión y fueron liderados por Abraham Lincoln.

Gettysburg tuvo el mayor número de bajas de todas las batallas de la Guerra Civil, con cerca de 23 000 muertos, heridos y capturados o desaparecidos en cada bando. La batalla fue una derrota para la Confederación, ya que obligó a Lee a interrumpir su invasión del Norte y retirarse de vuelta a Virginia. (Biblioteca del Congreso)

Soldado confederado abatido en la batalla de Gettysburg. (Foto por Alexander Gardner/Getty Images)

Sin la victoria del ejército del norte, la guerra civil hubiera podido continuar. Sin embargo, el número de víctimas fue tan elevado que los generales confederados al mando tuvieron que medir sus fuerzas. Para darnos una idea de lo que significaron 50 mil muertes en 1863, hay que tener en cuenta la densidad poblacional de la época: de acuerdo con el censo realizado en 1860, la quinta ciudad más habitada (Buffalo, NY) alcanzaba poco más de 81 mil personas. Esto quiere decir que el número de muertos hubiera bastado para poblar una ciudad pequeña. ¿Qué razones podrían haber provocado una guerra interna de tal magnitud?

¿Qué había en juego en la Guerra de Secesión?

Trabajadores afroamericanos trabajando en campos de algodón. (Foto por H. Armstrong Roberts/Retrofile/Getty Images)

En 1939 se estrenó en el Teatro Ford de Baltimore una obra de teatro que muestra, por medio de un drama familiar, uno de los conflictos profundos presentes en la Guerra de Secesión estadounidense. Escrita por Lilian Hellman (oriunda de Nueva Orleans), la pieza pone en crisis un sistema económico basado en la explotación del trabajo.

Aunque la acción dramática se ubica a principios de 1900 en Alabama, el argumento guarda una profunda relación con el tema de la libertad y los derechos civiles, fundamental para entender la historia de Estados Unidos. En tres actos se desarrolla la historia de los Hubbard, una familia radicada en el sur de los EE. UU. que forma parte de una clase media ascendente y busca hacer fortuna por medio de la explotación del trabajo campesino sin paga.

Representación con actores en 2011 de una subasta de esclavos en Estados Unidos. (Foto por John Moore/Getty Images)

Mientras que la hija de una de las hermanas Hubbard intenta salvar la libertad de los esclavos negros que trabajan en su casa y viajar hacia el norte para luchar por sus derechos, los demás integrantes de la familia sólo persiguen la manera de obtener la mayor cantidad de provecho del trabajo ajeno. Aunque la mayor parte de la obra se ocupa de las intrigas y engaños que se juegan entre sí los hermanos para obtener sus ganancias, el desenlace deposita toda su fuerza en la partida final de la muchacha hacia su destino deseado.

La libertad de los esclavos negros no sólo respondía a una voluntad humanitaria de la más joven de la familia Hubabrd, sino a un llamado histórico, surgido en la Guerra de Secesión. El 22 de septiembre de 1862 el presidente nacional, Abraham Lincoln, lanzó un decreto ejecutivo que abolía la esclavitud en todos los estados de la Confederación, a menos de que esta parte cesara el fuego. Para el 1 de enero de 1863, los enfrentamientos armados continuaban, por lo que Lincoln emitió otro documento que hacía efectiva la Proclamación de Emancipación y en el que especificaba diez estados del sur en los que se efectuaría.

La orden del presidente estaba dirigida exclusivamente a las zonas en las que se registraba un mayor número de esclavos, es decir, donde se ubicaban las plantaciones de algodón al sur del país. En el censo de 1860, se observa que Georgia es el estado con mayor cantidad de esclavos con 462 mil, seguido por Mississippi con 436 mil y por Alabama con 435 mil.

El triunfo de la abolición de la esclavitud

El título de la obra de Hellman hace alusión a un pasaje del Cantar de los Cantares (2:15) de la Biblia, que dice:

Atrapen a los zorros, a los pequeños zorros que arruinan los viñedos, porque nuestros viñedos tienen uvas por nacer.

Con la alusión, la escritora hacía referencia a la avaricia de sus personajes, representantes de la lógica de trabajo esclavista. Los zorros en la obra son, precisamente, los hermanos Hubbard; mientras que los viñedos en flor representan a la juventud que lucha por la libertad.

Ahora sabemos que el origen de la abolición de la esclavitud en Estados Unidos tenía que ver con ideales supremos como la dignidad humana, pero también con una realidad muy concreta: la Proclamación de Emancipación surgió como una estrategia para poner fin a la guerra: a fin de cuentas era una amenaza contra el ejército sureño, que dependía de su fuerza de trabajo gratuita para subsistir. Sin embargo, eso no demerita su cometido: terminar con la esclavitud para finalizar una guerra sólo demuestra una comprensión profunda de problemas aislados sólo en apariencia.

Abraham Lincoln durante la proclamación de la emancipación. (Foto por Hulton Archive/Getty Images)

Mientras que el privilegio de un grupo de personas se mantenga sobre la explotación de otro, no habrá lugar para la paz. La batalla de Gettysburg tuvo lugar unos cuantos meses después de la Proclamación, cuando el bando confederado tenía ya mermados sus recursos al ausentarse la fuerza de trabajo. Sin la victoria de una libertad extendida a todos los hombres (sin importar su color de piel) quizás hubiera habido más enfrentamientos como ése. En 1865, la abolición de la esclavitud entró en la Constitución de los Estados Unidos de América bajo el nombre de Tercera Enmienda. En el texto original puede leerse lo siguiente:

Ni en los Estados Unidos ni en ningún lugar sujeto a su jurisdicción habrá esclavitud ni trabajo forzado, excepto como castigo de un delito del que el responsable haya quedado debidamente convicto.

Nada justifica una guerra y no hay bien común que valga la vida de 50 mil personas. Sin embargo, vista desde el presente, la batalla de Gettysburg representa la victoria de ciertas ideas sobre otras: hay una línea que une la lucha contra la explotación humana con la lucha contra un sistema económico neoliberal.

Si en los orígenes de la formación de los Estados Unidos fue visible esa relación, acaso sea cuestión de tiempo y congruencia que su economía tome un rumbo más humanitario. Así como en el pasado el trabajo no remunerado de los negros era base de la economía del sur del país, ahora lo es el trabajo de los inmigrantes latinoamericanos sin papeles. ¿Será esa la nueva cara de una esclavitud moderna?

Trabajador migrante en Estados Unidos recoge flores en un campo. (Foto por Sandy Huffaker/Getty Images)

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