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Donald Trump miente sin control

Si tuviéramos que describir con una palabra a los políticos estoy casi segura de que muchos diríamos: mentirosos. Las razones son variadas. En muchas ocasiones no cumplen lo que prometen, sus intenciones suelen responder a intereses ajenos a la política, entre otras. Sin embargo, ¿cómo decidimos sobre la veracidad o falsedad de las declaraciones de estas figuras? Y sobre todo, ¿es realmente decisivo que digan la verdad durante un proceso de elección?

Y no es tan difícil probarlo

Si tuviéramos que describir con una palabra a los políticos estoy casi segura de que muchos diríamos: mentirosos. Las razones son variadas. En muchas ocasiones no cumplen lo que prometen, sus intenciones suelen responder a intereses ajenos a la política, entre otras. Sin embargo, ¿cómo decidimos sobre la veracidad o falsedad de las declaraciones de estas figuras? Y sobre todo, ¿es realmente decisivo que digan la verdad durante un proceso de elección?

En el año 2007 editores y reporteros del periódico Tampa Bay Times, ganador de 12 premios Pulitzer, concibieron una solución efectiva al problema de saber quién miente y quién dice la verdad en cuanto a acciones políticas se refiere: Politifact, una página web de fact checking que somete a investigación las declaraciones de cualquier figura política estadounidense.

Al calor de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, las declaraciones de Donald Trump y Hillary Clinton encabezan el timeline de Politifact. Las aseveraciones de los candidatos son evaluadas y localizadas en un Thruth-O-Meter o “verdaderómetro” en el que la escala va de verdadero a falso con la maravillosa oportunidad de entrar en la categoría pants on fire! donde se concentran las declaraciones más absurdas y ridículamente insostenibles que se hayan escuchado jamás.

(AP Photo/Andrew Harnik, File)

Las estadísticas de Politifact arrojan que sólo el 2% de las declaraciones del candidato republicano son verdaderas, mientras que las falsas alcanzan un gran total de 43%. La diferencia es muy significativa y tendría que reflejarse en las encuestas de preferencia… o al menos eso es lo que nos gustaría creer. Veamos algunas de las declaraciones hechas recientemente por Trump y calificadas con el verdaderómetro.

Algunas mentiras de Trump

En entrevista, Chuk Tood preguntó al republicano si apoyaba las recientes políticas que hacen que el proceso de votación sea más fácil, como por ejemplo, el Same Day Voter Registration, a lo que el candidato contestó que no pues con políticas como ésta se facilita el acceso a la votación a personas que no son ciudadanos americanos.

De acuerdo con Politifact aquella declaración es falsa. En algunos estados, la ley demanda que los votantes deben registrarse y proporcionar una identificación oficial que pruebe su ciudadanía días antes de la elección. Además las personas que eligen la opción de registrarse el mismo día de la votación también tienen que presentarse a la casilla con identificación y pruebas de residencia. Por si todo esto no fuera suficiente en los registros de las votaciones de los últimos 40 años no hay casos en los que la gente simplemente entra a la casilla y vota.

En esta misma entrevista Trump afirmó, por tercera vez, que Estados Unidos es el país con los impuestos más elevados y dijo también que esa es la razón por la que muchas empresas se mueven del país. De acuerdo con Politifact esta declaración también es falsa. Trump ha sostenido esta posición respecto a los impuestos desde febrero de este año, cuando, durante un debate en New Hampshire, fue cuestionado por las medidas que tomaría para impulsar la economía y, sin dar más detalles, dijo que implementaría una estrategia que redujera los impuestos a la clase media y a las empresas. Politifact comparó los números de impuestos que genera Estados Unidos frente a otros 33 países industrializados y los resultados indican que se encuentra en la media. Más tarde Trump quiso aclarar su punto diciendo que no hablaba de los impuestos en general sino de los impuestos de las empresas, pero los números tampoco lo respaldaron.

Al comparar los índices de impuesto estadounideneses con diferentes métricas podemos ver que Estados Unidos nunca sobrepasa la media, lo que demuestra que no es el país con los impuestos más altos por lo que aun rectificando Trump no puede estar diciendo la verdad.

(AP Photo/Richard Drew, File)

En otra ocasión Trump dijo que entre los refugiados sirios se cuentan muy pocas mujeres y niños, y que la mayoría son hombres pero las estadísticas dicen otra cosa. En diciembre del 2015 la cifra total de refugiados era de 4.6 millones de los cuales el 50.7 % son mujeres y el 51.8% son personas menores de 17 años.

Trump volvió a causar polémica con un comercial que forma parte de su campaña. Vemos un video en el que, supuestamente, numerosos inmigrantes mexicanos buscan entrar por la frontera a Estados Unidos. El mensaje de campaña era la promesa de detener la migración ilegal en la frontera sur, sin embargo, la verdad de esas imágenes, captadas en 2014, es que fueron tomadas en un pequeño territorio que comparten España y Marruecos y los migrantes que aparecen en el video tratan de entrar a Melilla.

https://www.youtube.com/watch?v=bbyoUb3mp1E

Tras tantas mentiras, Tump ganó el premio Lie of the Year 2015. El fact checking de las declaraciones del candidato republicano arroja como resultado que el 75% de ellas son moderadamente falsas, falsas, o ridículamente falsas. Las dos declaraciones por las que el multimillonario se hizo acreedor de tan merecido premio son: “El gobierno de México manda a Estados Unidos a los criminales” (su fuente directa para asegurar que esto es así es la patrulla fronteriza). Y la segunda declaración dice: “Vi a miles de personas árabes, en New Jersey, aplaudiendo mientras el WTC se derrumbaba”.

¿Qué implicaciones tiene la falsedad de las declaraciones de un candidato a la presidencia en la política estadounidense?

Pensemos ahora cómo podría afectar la ignorancia de Trump al ejercicio de la política del país más poderoso del mundo.

El tono agresivo y cínico con el que el precandidato se ha dado a conocer durante su campaña le ha hecho popular y lo ha puesto en el centro de la opinión pública. Sin embargo, ese tono está cambiando ahora pues todo parece indicar que él será el candidato presidencial por el partido republicano.

Sin duda, impulsar la economía del país al que se quiere dirigir es uno de los mayores retos como candidato a la presidencia y sobre este tema Trump ha cambiado de opinión en muchas ocasiones.

Como dijimos arriba, hace apenas algunos días, sostenía que su plan hacendario consistiría en reducir los impuestos a los adinerados y a las grandes empresas, pero ahora, con la contienda a la presidencia estadounidense casi asegurada, la estrategia de campaña cambia y los impuestos son la clave para ganar votos. Ahora está comprometido a elevar los impuestos a los más ricos. “Estoy dispuesto a pagar más”, dice.

(Photo/Mary Altaffer)

Parece que para Trump nada de lo que dice puede ser tomado, literalmente, como una verdadera propuesta política ¿Cómo podríamos diferenciar lo que en efecto propone como candidato y lo que son simplemente palabras?

Posicionarse para después cambiar de opinión es la estrategia política de Donald Trump. Todos cambiamos de opinión, pero en el campo de la política la improvisación de propuestas ad hoc es un arma peligrosa.

En su best seller The Art of the Deal Trump le cuenta al lector cuál es su forma de trabajar, esa que lo convirtió en millonario, dice:

Muchas personas se sorprenden por la forma en la que trabajo; soy muy flexible. No uso portafolio. Trato de no programar demasiadas reuniones. Dejo mi puerta abierta. No puedes ser imaginativo si tienes todo estructurado. Prefiero llegar al trabajo cada mañana y ver cómo se desarrolla.

Parece que lo que nosotros entendemos como improvisado él lo ve como una cualidad de espontaneidad. La impredictibilidad es una forma de ganar frente a sus oponentes.

La improvisación de Trump impide que los ciudadanos conozcan sus propuestas con precisión. Ellos no tendrían que esperar a que las intenciones del candidato sobre sus propuestas de impuestos, migración o salud sean votadas en el Congreso para saber cómo afectarán sus vidas

¿Por qué un mentiroso está arriba en las encuestas?

La personalidad explosiva y poco racional del republicano no deja a nadie al margen cuando se trata de simpatizar o discrepar con él y a pesar de esto las encuestas indican que es él quien competirá por la presidencia de los Estados Unidos de América.

En las primarias republicanas, al menos en Carolina del Sur, Donald Trump arrasó con márgenes de hasta el 45% sobre sus ahora, inexistentes, oponentes gracias a la bandera de candidato poco convencional o outsider.

2016 Presidential Candidate Guide! (Youtube/Trevor Millhouse, CC BY)

A pesar de que su discurso es siempre emocional nunca es revolucionario, no critica al sistema pero no está de acuerdo con la forma en la que los responsables lo han dirigido, dice: “Los políticos sólo hablan pero no actúan”.

A lo largo de su campaña podemos identificar varios factores que refuerzan esta imagen de candidato no convencional. Trump puede ser calificado de brutalmente honesto pero no precisamente en el buen sentido del término, dice las cosas sin pensar y no le importa lo “políticamente correcto” y, esto es precisamente lo que enaltecen sus seguidores. La veracidad de lo que se dice en los discursos no es el criterio para elegir a un candidato sino la actitud con la que enfrenta una situación, y a pesar de que lo que el candidato declara no sea siempre verdad, muchos consideran que su personalidad es genuina y eso parece ser suficiente.

Muchos de esos seguidores son personas lastimadas tras la crisis económica y de seguridad por la que atravesó el país y que buscan una nueva forma de enfrentar los problemas. La sensación de angustia que generan los actos de Trump unen a la comunidad que está buscando alternativas a una situación difícil de transitar y esa unión es la que lo posiciona tan arriba en las encuestas.

A pesar de los datos que indican que un gran porcentaje de las declaraciones de Trump son falsas, la gente lo apoya por ser un hombre exitoso que promete hacer de Estados Unidos el “glorioso país que era antes”.

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