En América Latina, el promedio de vida de una persona trans es 35 años, la razón es que son asesinadas. México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en crímenes de odio por homofobia, lesbofobia y transfobia.
1 de 2 personas de la comunidad LGBTTTI considera que el principal problema que enfrentan es la discriminación (Encuesta sobre Discriminación).
Esto quiere decir que en México es posible morir por aceptar tu identidad de género o por amar a alguien de tu mismo género. Una vez que estas cifras están fuera, ¿se ha hecho algo para proteger a estas comunidades?
El presidente Peña se pronunció una vez respecto a un ataque a la comunidad LGBT en su cuenta de Twitter tras un ataque ocurrido en el bar Pulse de Orlando, Florida, donde hubo 50 muertos (4 de ellos eran mexicanos). Aunque es el único incidente que afectó directamente a la comunidad LGBTTTI en el que se ha pronunciado el presidente, muchos conservadores del país han acusado al presidente de llevar una “agenda gay”. Pero si sólo se busca que todos ciudadanos mexicanos tengan los mismo derechos, ¿realmente es una agenda gay?.
A pesar de que en México existe una ley de identidad de género, esta población sigue siendo vulnerable. Esta ley reconoce jurídicamente la identidad de género de las personas trans.
En el artíclo 135 bis de esa ley se lee que se entenderá por identidad de género
“la convicción personal e interna, tal como cada persona se percibe a sí misma, la cual puede corresponder o no al sexo asignado en el primigenia”
Cuando se reconoce la identidad de género de una persona, se frena la discriminación, porque puede corregir sus documentos personales y tener acceso a servicios de salud, educación y trabajo.
¿Pasar una ley fue suficiente?
En México ser mujer es estar en situación de vulnerabilidad, basta con voltear a ver a Ciudad Juárez o a Ecatepec. Las mujeres trans están en mayor situación de vulnerabilidad. Tienen que enfrentarse a la misoginia y a la transfobia. La transfobia, sobre decirlo, es una expresión de odio. Los asesinatos a mujeres trans también son feminicidios.
De septiembre a octubre del 2016 (en un sólo mes) fueron asesinadas 10 mujeres transexuales:
- 6 de octubre- Veracruz- mujer torturada antes de ser asfixiada
- 13 de septiembre- Puebla- mujer de 32 años asesinada con arma de fuego
- 29 de septiembre- Tijuana- mujer 35 años, torturada y asesinada
- 30 de septiembre- CDMX- Paola de 25 años, dos disparos
- 1° de octubre- Cancún- mujer de 28 años, baleada
- 10 de octubre-Comitán, Chiapas- Itzel 19 años, atacada con arma blanca
- 10 de octubre- Pénjamo, Guanajuato- Ariel de 35 años, asesinada con arma de fuego
- 11 de octubre- Chihuahua, Cheva 55 años, asesinada con arma de fuego, a tiros
- 12 de octubre- CDMX, Alessa Flores, 25 años, asfixiada
- 14 octubre- Valle de Chalco, EDOMEX, (?) descalabrada con una piedra. La prensa la llamó “una vestida”
- 16 octubre- Acapulco- (?) arma de fuego
Desde diciembre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció los “altos índices de violencia” que sufre la comunidad LGBTI en América. 10 meses antes de estas tragedias, ya se había denunciado el peligro tan grande que corren.
Crímenes de odio y transfobia
Estos asesinatos son feminicidios. Es pertinente repetirlo porque parece que no ha quedado aún muy claro. Las mujeres trans son mujeres.
Las personas transexuales son las que más sufren de violencia y las más vulnerables dentro de la comunidad LGBT. El caso de Paola, asesinada el 30 de septiembre en la Ciudad de México por un exmilitar, porque no le dijo que era trans cuando contrató sus servicios por 200 pesos. A I. de 19 años la asesinaron con arma blanca al menos dos sujetos cuando se encontraba en su casa en Comitán de Domínguez, Chiapas.
Según un reporte sobre la violencia en la comunidad LGBTI en América de la CIDH muchos de los ataques violentos cometidos contra personas LGBTI son particularmente crueles y se caracterizan por tener altos niveles de violencia, mucho más altos que en otros crímenes de odio.
¿Qué entendemos por crímenes de odio?
“Se consideran crímenes de odio, aquellos que son motivados por el odio que el perpetrador siente hacia una o más características de una víctima, que la identifican como perteneciente a un grupo social específico.” (Letra S, Crímenes de odio por homofobia)
Los cuerpos presentan tortura y vejación. Hay un odio y ganas de destruir un cuerpo. Después los cuerpos son encontrados en basureros, terrenos baldíos, canales de aguas negras. ¿Qué tiene que pasar por la mente del agresor para hacerle eso a alguien? La transfobia es el odio en su más pura expresión.
A las personas trans en este país se les niega la identidad, se los coartan derechos, se les expone y vulnera constantemente. Se les mata y desampara. Por si fuera poco, además hay sectores de la población empeñados en agredirlas, lastimarlas y todavía peor, velar por que sus derechos nunca sean garantizados.
¿Por qué tanto odio? ¿Es el machismo, es la misoginia? ¿Acaso el peor crimen en México es nacer con genitales masculinos y ser mujer?
Según la Encuesta sobre Discriminación en la CDMX de la COPRED (2013), a los y las transexuales les discrimina por su forma de vestir y por su forma de ser. En la misma encuesta también se leen las principales acciones para combatir la discriminación, que son: mejor educación, respetar y tener un trato igualitario.
Visibilidad y seguridad
El 2015 fue el año de la visibilidad trans. Distintas series de televisión independientes tenían entre sus protagonistas a transexuales. Los y las vimos expresarse, vimos sus fotos en los medios, incluso Caitlin Jenner, perteneciente al clan Kardashian estrenó un reality show en donde la acompañábamos por su transición. No obstante, parece que la visibilidad no ha hecho gran cosa. Ese mismo año la CDMX se anunció como ciudad diversa el 23 de noviembre de 2015, ahora era una ciudad LGBTTTI friendly. Auspiciaba una de las más grandes marchas del Orgullo en el mundo e incluso expidió un boleto de metro conmemorativo (con una bandera que fusionaba la bandera bisexual y la transexual, y no sabemos si de manera accidental o a propósito) pero la visibilidad no garantizó la seguridad.
¿Quién protegerá a las personas trans de nuestra comunidad?
El silencio de las autoridades ha sido más que elocuente. ¿no deberías solidarizarse la ciudadanía con aquellas ciudadanas que más vulnerables están? Cada quién puede hacerlo a su modo de diferentes maneras, respetando cada expresión de individualidad, usando los pronombres correctos, evitando preguntarle a una persona trans si ha pasado por cirugía de sexo, pero sobre todo, recordando a las que ya no están, negándonos a olvidarlas, y repitiendo sus nombres hasta que se les haga justicia.
