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5 declaraciones de Comey que revelan la ineptitud de Trump

James Comey compareció ante el congreso para hablar de Donald Trump y sus declaraciones revelan la ineptitud del presidente estadounidense.

El director del FBI, James Comey, compareció ante el congreso para hablar de su relación con el presidente Donald Trump y sus declaraciones revelan la ineptitud del presidente estadounidense.

Cuando subió al estrado, James Comey, se enfrentaba a un comité de seguridad del congreso lleno de simpatizantes de Trump. Incluso Marco Rubio, ese oponente de Trump en las primarias republicanas, ese mismo hombre que llamó al actual presidente “un estafador”, sacó las garras para proteger al mandamás de la Oficina Oval.

A pesar de eso, los senadores que presidían la interrogación se mostraron abiertos al testimonio de Comey. El senador Richard Burr le dijo que “El pueblo americano necesita escuchar tu lado de la historia, tanto como necesitan escuchar cómo pasaron los eventos de la boca del presidente Trump”

Y el senador Mark R. Warner insistió:

Esto no es una cacería de brujas, estas no son noticias falsas, es un esfuerzo por proteger a nuestro país de una nueva amenaza que no se va a ir pronto”

Trabajos de preparación en el Capitolio, previos a la toma presidencial de Donald Trump (Mark Wilson/Getty Images).

Así, Comey se enfrentaba a un panel difícil en un momento de extrema tensión, pero la cumbre política estadounidense confiaba profundamente en la transparencia de sus declaraciones.

Los bares de Washington se encontraban atiborrados, desde la mañana, de todo tipo de espectadores. La fecha era importante: Comey podía revelar, bajo juramento, cosas particularmente incómodas sobre la administración Trump.

En realidad, el control de daños del presidente no tuvo que hacer mucho. Incluso, Marc Kasowitz, el abogado personal de Trump, dijo sentirse absolutamente satisfecho con lo que dijo Comey.

Sin embargo, hubo varios momentos interesantes en la comparecencia. Y lo que dijo el exdirector del FBI nos muestra la forma absolutamente torpe que tiene el mandatario estadounidense de hacer política.

Para resumir una reunión que duró cerca de tres horas, les dejamos aquí cinco momentos esenciales de las declaraciones de Comey.

1- Sobre la intervención de Trump en la investigación de Michael Flynn

Mike Pence y Michael Flynn

Uno de los puntos más sensibles de esta comparecencia era determinar si Trump había intervenido con las labores de Comey pidiéndole que dejara de investigar a Michael Flynn en sus relaciones con Rusia.

¿Pero cuál fue el escándalo de Flynn?

The Washington Post reveló que Flynn mantuvo una conversación con el embajador ruso, Sergey Kislyak, antes de que Trump fuera elegido como mandatario.

Según las entrevistas que realizó el Post a altos funcionarios que presenciaron la reunión, Flynn discutió las sanciones económicas que Obama impuso a Rusia después de la invasión a Crimea. Y una persona con ningún lazo institucional no puede discutir asuntos de estado con un diplomático extranjero.

Además, al parecer, Flynn habló de renegociar estas sanciones en un momento de tensión entre Rusia y Estados Unidos en los últimos días de la administración de Obama. Y esto pudo influir en las posturas diplomáticas del Kremlin.

Pero lo que en verdad empujó la salida de Flynn, fue que el secretario le aseguró a Mike Pence, el vicepresidente, que esas conversaciones nunca tuvieron lugar. Cuando se reveló que, en efecto, habían ocurrido, Pence ya había salido a defender a Flynn en televisión. Y a Pence no le gustó nada quedar en ridículo: 24 días después de haber sido designado como Secretario de Seguridad Nacional, Flynn se vio obligado a renunciar a su cargo.

Michael Flynn, exasesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Reuters)

Ahora, en un discurso preparado para la comparecencia, Comey explicó que Trump le pidió que “dejara ir” la investigación sobre los lazos de Flynn con Rusia. Esto sucedió en una reunión, el 14 de febrero, en la Oficina Oval. Trump sacó a todos de su oficina para hablar con Comey:

El presidente insistió en el tema de Mike Flynn diciendo: “Él es un buen tipo y ha tenido momentos muy difíciles.” repitió que Flynn no había hecho nada malo con sus llamadas a los rusos, pero que le había mentido al vicepresidente. Y luego dijo: “Espero que puedas encontrar la manera de dejar ir este asunto, dejar ir a Flynn. Es un buen tipo. Espero que puedas dejar ir esto. Y respondí solamente que “es un buen tipo”. (…) Pero nunca dije que lo dejaría ir.”

Ahora, cuando le preguntaron sobre este asunto, Flynn explicó cuál había sido su conclusión después de la rarísima reunión de ese 14 de febrero:

No me corresponde a mí decir si la conversación que tuve con el presidente fue un esfuerzo por su parte para obstruir la justicia. Me pareció algo muy perturbador, algo muy preocupante, pero creo que ustedes mismos llegarán a descubrir cuál fue la verdadera intención ahí y si constituye una ofensa. (…)”

Los senadores no quedaron satisfechos con esta explicación y el hijo de Donald Trump también criticó, en Twitter, que se interpretara el verbo “espero” como una orden. Según Trump Jr., su padre simplemente expresó un deseo y no fue una orden directa en contra de la independencia del FBI.

Director del FBI, James Comey, juramentado en el Capitolio en Washington. (AP)

Los senadores presentes también interrogaron a Comey sobre la diferencia entre el deseo de Trump y sus órdenes. El senador James E. Risch entabló el siguiente cuestionamiento:

Risch: ¿No te dijo que abandonaras la investigación de Flynn?

Comey: No fueron esas sus palabras, no.

Risch: ¿No te ordenó que abandonaras la investigación?

Comey: De nuevo, no fueron esas sus palabras.”

Y la senadora Dianne Feinstein habló del mismo tema:

Feinstein: ¿Por qué no detuviste al presidente y le dijiste “sr. Presidente, esto está mal, no puedo discutir esto con usted”?

Comey: Es una gran pregunta. Tal vez si fuera más fuerte lo hubiera hecho.”

Sin embargo, a pesar de que los republicanos se niegan a aceptar que Trump trató de impedir las investigaciones, Comey habló de detalles bastante sospechosos. Al parecer, en la reunión del 14 de febrero se encontraban muchos altos oficiales para discutir asuntos de terrorismo, pero Trump corrió a todos para hablar personalmente con Comey:

Lo que me sigue molestando es preguntarme, dijo Comey, ¿Por qué sacó a todos de la Oficina Oval para hablar de Flynn conmigo?”

2- Sobre cómo Trump trató de influir al FBI

Oficinas del FBI en Washington, D.C. (AP, archivo)

Fuera del escándalo de Flynn, parece que hubo otras maneras en que Trump trató de inmiscuirse en los asuntos del FBI. Hay que comprender que, a pesar de ser una rama del gobierno americano, el FBI debe tener total independencia del ejecutivo.

En ese sentido, el FBI tiene todo el derecho de abrir una carpeta de investigación sobre cualquier miembro del gabinete… o incluso sobre el presidente. Con el fantasma del impeachment flotando en Washington, este tipo de actitudes de Trump hablan mucho de su necesidad de controlar las dependencias de un gobierno que no necesariamente lo respalda.

Comey explicó, en su declaración preparada, que Trump lo llamó a la hora de la comida del 27 de enero, para invitarlo a cenar, con toda su familia, a las seis de la tarde. Flynn no podía a esa hora y quedaron de verse a las 6:30, por lo que Comey canceló una cita que tenía con su esposa y fue solo. Al respecto, el ex director mencionó, creando risa entre los presentes: “en retrospectiva, me encanta pasar tiempo con mi esposa, me hubiera gustado verla esa noche en vez de reunirme con el presidente”.

En la cena, lo primero que le preguntó Trump era si quería mantener su trabajo.

Él ya me había dicho dos veces, en conversaciones anteriores, que esperaba que me quedara como director del FBI y yo ya le había asegurado que eso es lo que quería. Me dijo, entonces, que muchas personas querían mi trabajo y que, por la presión que se había puesto sobre mí el año anterior, que entendería si me quería ir. (…)

La cena fue, al menos en parte, un esfuerzo para hacerme rogar por mi trabajo y crear, entonces, una relación de patronaje. Y eso me preocupó mucho, porque el FBI ha tenido, tradicionalmente, un estatuto independiente frente al poder Ejecutivo.(…) Yo le respondí que amaba mi trabajo y que me pensaba quedar y servir los diez años de mi tiempo como director.”

Y Comey explicó que Trump le dijo que estaba contento de que el director del FBI quisiera quedarse en su puesto.

El presidente Donald Trump durante una cena de la Asociación Nacional de Gobernadores en la Casa Blanca (AP)

Sin embargo, en una entrevista que dio a NBC, después de despedir a Comey, Trump contó la cena de una forma totalmente distinta. Primero dijo que Comey lo había invitado a cenar, luego que le pidió quedarse en su trabajo:

Él se quería quedar en su trabajo como cabeza del FBI. y yo le dije que lo consideraría y que ya veríamos qué pasaba”

La versión de Comey no nada más muestra cómo Trump miente y manipula la información sino que señala la estrategia personal con la que el mandatario se quería asegurar de la lealtad del director del FBI:

Él me dijo “necesito lealtad”. Y yo respondí: “siempre tendrá honestidad de mi parte”. Pausó un momento y luego dijo, “Eso es lo que quiero, honestidad leal”. Esperé un momento y le dije, “eso lo tendrá de mi parte”. Como escribí en el memo que creé inmediatamente después de la cena, es posible que hayamos entendido la expresión “honestidad leal” de manera distinta, pero no insistí sobre eso.”

Todo esto demuestra que las intenciones de Trump con el FBI no son tan transparentes como ha querido asegurar el mandatario. Y a pesar de que no se ha determinado ningún tipo de obstrucción a la justicia, es evidente que Trump trató de cooptar la lealtad del dirigente de una institución independiente.

3- Sobre tomar notas de sus reuniones con Trump

El presidente Trump y James Comey durante un encuentro en la Casa Blanca el 22 de enero de 2017. (Getty Images, archivo)

Como se pudo entender en el apartado anterior, Comey explicó en la audiencia que, desde la primera reunión con Trump, sintió que debía tomar notas de todas sus conversaciones con el mandatario. Y así lo explicó:

Creo que él quería construir una relación de lealtad conmigo. De hecho, me pidió específicamente que fuera leal con él. (…) Mi impresión fue que algo grande estaba a punto de pasar y que quería recordar cada una de las palabras que se dijeron en esas reuniones. (…) Cuando estaba solo con el presidente -o presidente electo- me daba miedo que, después, él mintiera sobre la naturaleza de nuestras reuniones. Así que me pareció muy importante documentarlas.”

La actitud de Comey es interesante porque, inmediatamente después de conocer a Trump, empezó a tomar medidas contra las posibles calumnias de un mentiroso que parece tener problemas patológicos con la verdad. Y no era necesariamente el caso con Obama, un presidente respetuoso de la independencia del FBI.

Comey explicó que nunca tomó notas con Obama porque no sintió que fuera algo importante. Claro, como Obama no tenía esta necesidad de cooptar al FBI, Comey sólo habló dos veces con él en privado y nunca conversaron por teléfono. En una ocasión discutieron cuestiones de políticas de seguridad y en la otra fue solamente para despedirse. Eso fue en el lapso de dos años.

Con Trump, en cuatro meses, Comey tuvo nueve conversaciones uno a uno con el presidente: tres en persona y seis por teléfono.

Así que, con la insistencia de este presidente en meterse en los asuntos del FBI, Comey sintió que, por la gravedad del asunto, se necesitaban otras medidas:

Empecé a escribir en mi laptop en un vehículo del FBI fuera de la Torre Trump desde el momento en que salí de esa primera reunión con el presidente electo. Creé notas escritas después de las conversaciones cara a cara con el Sr. Trump. Y esa fue mi práctica desde entonces.”

Estaba sinceramente preocupado de que fuera a mentir sobre la naturaleza de nuestras reuniones.”

James Comey, exdirector del FBI. (Getty Images)

Pero, después, Comey admitió que había filtrado memos de sus reuniones con Trump a la prensa a través de un amigo. Si bien se guardó las notas detalladas de sus reuniones privadas con Trump, Comey admitió estas filtraciones sensibles. Dijo que lo hizo porque le pareció sumamente importante que se tuvieran todos los datos y que nada impidiera la investigación.

Pero las críticas no se hicieron esperar. Rápidamente, el abogado de Trump salió a defender a su cliente y a acusar a Comey por las filtraciones:

El presidente nunca le dijo al Sr. Comey “Necesito lealtad. Espero lealtad” en forma o en sustancia. Por supuesto, la oficina del presidente puede esperar la lealtad de todos aquellos que sirven en su administración. Y, desde antes que el presidente tomara el cargo hasta este día es evidente que hay muchos en el gobierno que están tratando de destruir, sistemáticamente, esta administración con filtraciones selectivas y clasificadas de información y de comunicaciones privilegiadas. El Sr. Comey acaba de admitir que él es uno de estos filtradores.”

Trump, indirectamente, niega las declaraciones de Comey y trata, con su abogado, de desacreditar al ex director del FBI como un soplón. Pero esta batalla apenas comienza: queda ver quién se sobrepondrá en la opinión pública. ¿Será el presidente mentiroso que trató de cooptar al FBI, o el exdirector del FBI que filtró conversaciones privadas?

4- Sobre la insistencia de Trump en librarse de sospechas


El presidente estadounidense junto a su gabinete. (Foto Getty Images)

Según las declaraciones de Comey, el presidente Trump insistió, en distintas ocasiones, para que el FBI declarara públicamente que no lo estaba investigando. ¿Pero por qué importa este detalle, en apariencia, insignificante? Porque Trump parece más preocupado, en estas declaraciones, por su imagen pública que por mantener relaciones profesionales y respetar una grave investigación del FBI.

Ésta es una muestra de la frivolidad del presidente de Estados Unidos y de su absoluta inexperiencia en el cargo. Obama habló una vez de cosas graves y generales con el director del FBI. Trump le llama para pedirle que diga, públicamente, que él no hizo nada. Es infantil y ridículo:

En la mañana del 30 de marzo, el presidente me llamó al FBI. Describió la investigación sobre Rusia como una “nube” que estaba bloqueando su habilidad para actuar a favor del país. Dijo que no tenía nada que ver con Rusia, que nunca estuvo involucrado con prostitutas en Rusia y que siempre había asumido que estaba siendo grabado cuando estaba en Rusia. Me preguntó que qué podíamos hacer para “levantar esa nube”. Y le respondí que estábamos haciendo nuestra investigación lo más rápido posible (…).”

Como pueden notar, en la conversación trump menciona a prostitutas rusas. Esa parece ser la preocupación del hombre más poderoso del mundo: su relación con prostitutas rusas. En cualquier caso, fuera de la frivolidad infantil de la llamada, Trump insistió sobre el asunto. Así lo explica Comey:

En la mañana del 11 de abril, el presidente me llamó y me preguntó si había hecho algo para decirle a la prensa que él no estaba siendo investigado. Y le respondí que le había pasado su petición a la persona indicada en la oficina del Fiscal General, pero que no me habían respondido nada. Me respondió que la ‘nube’ estaba entrometiéndose en su habilidad para hacer su trabajo.

Dijo que tal vez haría que su equipo contactara al Fiscal General. Le dije que esa era la forma en que esa petición debía ser manejada (recordemos que el director del FBI le responde al Fiscal General y no al presidente). Le dije que la Casa Blanca debía contactar a los altos mandos del departamento de justicia para pedir eso y que esa era la forma tradicional de hacer las cosas.”

(Win McNamee/Getty Images)

Así, en estas declaraciones, Comey dejó en claro que Trump no tiene ni la menor idea de los protocolos a seguir en la burocracia estatal ni le importa mucho respetar las líneas de mando. Además, parece bastante pueril y peligrosa su insistencia en intervenir en los asuntos del FBI. Especialmente en el caso de una investigación que señala, de cerca, a miembros de su gabinete.

La respuesta del abogado de Trump después de las declaraciones de Comey fue contraria a esta imagen. Kasowitz salió a decir que el presidente se sentía “completamente vindicado” y que ahora “podía ir hacia adelante porque la ‘nube’ había sido levantada”.

En efecto, en las declaraciones de hoy, Comey explicó, en reiteradas ocasiones, que, durante el tiempo que estuvo a la cabeza del FBI, no se abrió un expediente contra Trump. Parece ser que lo único que le importaba al presidente de todo esto era que lo deslindaran de las investigaciones.

5- Sobre la intervención de Rusia en las elecciones y su despido

Finalmente, Comey habló sobre la intervención de Rusia en las elecciones que ganó Trump. Y lo que dijo es categórico:

Los rusos intervinieron directamente en nuestras elecciones. Eso sucedió, eso es lo más real que uno puede ser. Lo hicieron con propósito, lo hicieron con sofisticación, lo hicieron con un esfuerzo técnico impresionante.”

Además, añadió que toda esta investigación estuvo íntimamente ligada a la forma en que fue despedido. Y este señalamiento es bastante incómodo: queda la duda de si Comey salió del FBI para frenar investigaciones que podrían poner en riesgo el futuro de Trump.

Es mi juicio que fui despedido por la investigación sobre Rusia. Fui despedido para cambiar, de cierta manera… la forma en que la investigación sobre Rusia se estaba llevando.”

Y añadió que este hecho le parecía “un cosa muy importante” no sólo por la investigación sino porque es posible que estadounidenses estuvieran involucrados con los rusos. Todo esto sumido dentro de las confusas declaraciones de Trump que parecen más excusas que razones.

Primero, el presidente dijo que me había despedido por la forma en que manejé el asunto de los mails de Hillary Clinton. Después dijo que fue por la investigación sobre Rusia. Y, finalmente, el presidente no tiene que dar explicaciones sobre a quién despide o no. Por eso todas estas cosas me confundieron.”

A lo que agregó, “Hubo explicaciones pero, simplemente, no me las creo”

(Reuters)

Lo que nos deja todo esto es una imagen de la forma de hacer política de Trump que es burda, pueril e impulsiva, con un absoluto desconocimiento de los procesos institucionales y una preocupación desmedida por su propia imagen.

No es que esto nos sorprenda, claro. Pero sí es importante observar la preocupación de un gabinete que siente muy de cerca las posibilidades de un escándalo mayor y que está jugando todas las cartas posibles para evitar que estas declaraciones crezcan hacia las profundas implicaciones que señalan.

Nos queda esperar que el nuevo director del FBI sepa tratar mejor con Trump y no caiga en una lealtad ciega al ejecutivo que destruiría toda la confianza popular en la investigación de las relaciones del gobierno de Estados Unidos con la Rusia de Putin.

(AP Photo/Mindaugas Kulbis, File)

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