Felicidad y psicología positiva

La felicidad y los pensamientos positivos están directamente relacionados a la salud mental.

Una persona que sufre de ansiedad y depresión tiende a ver y a evaluar todas las situaciones de acuerdo a su estado mental, por lo tanto una situación que normalmente tendría un efecto moderado en la persona, como que se le descomponga el coche, la persona que sufre de depresión lo puede evaluar como que todo le pasa a él o que es la persona con la peor suerte del mundo; la persona deprimida busca significados en las situaciones que encajen con la manera en la que se siente y piensa.

La psicología positiva cumple con un papel muy importante aquí. Para entenderlo, vamos a empezar por hablar sobre qué es la psicología positiva y cómo ayuda a mejorar y mantener la salud mental.

La psicología positiva es una de las ramas más nuevas de la psicología y está enfocada en cómo ayudar a las personas a prosperar y poder vivir vidas sanas y felices.

A diferencia de muchas otras ramas de la psicología que se enfocan en los comportamientos disfuncionales o anormales, la psicología positiva se centra en ayudar a las personas a ser más felices, concentrándose en las áreas de su vida que son funcionales, aprendiendo a explotar sus habilidades y capacidades.

Los temas principales que se abordan durante la terapia de psicología positiva son felicidad, optimismo, conciencia plena, virtudes y fortalezas de la persona, y esperanza.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la psicología tenía como misión curar la enfermedad mental, hacer la vida de las personas más productiva e identificar y cultivar el talento de la gente. Después de la Segunda Guerra Mundial, el enfoque primario de la psicología pasó a tener una prioridad diferente: tratar el comportamiento anormal y la enfermedad mental. No fue hasta la década pasada que se empezó a retomar el primer enfoque con el movimiento de psicología positiva.

En una sesión terapéutica se buscan soluciones a los problema de los pacientes basadas en sus cualidades y fortalezas, esto empezará a generar pensamientos más positivos, estos pensamientos liberan químicos a nivel cerebral como la dopamina y la serotonina, que son químicos que nos hacen sentir bien, nos dan alegría y nos ponen de buen humor.

Las investigaciones que se han hecho en psicología positiva, han encontrado que el dinero no compra el bienestar, pero que gastar dinero en otros, puede hacer más felices a las personas, que una de las mejores maneras de combatir la decepción y los contratiempos incluye tener fuertes relaciones sociales y fortalezas de carácter. También se encontró que el trabajo puede ser muy importante para alcanzar el bienestar, en especial cuando las personas hacen un trabajo que les es significativo. Y por último y uno de los más importantes es que aunque la felicidad si está influenciada por la genética, las personas pueden aprender a ser más felices, desarrollando optimismo, gratitud y altruismo.

Es importante recalcar que la psicología positiva no involucra el ignorar el problema por el que la persona está pasando, sino que complementa y extiende el foco de las otras áreas de la psicología que solo se enfocan en el problema, y aporta un poco de luz, enseñando que la gratitud, el optimismo, los valores y habilidades del paciente tienen un lugar esencial en su recuperación y en su propósito de llevar una vida plena y feliz.

LLH