CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 1, 2014.- La obesidad infantil es una condición multifactorial y debe ser tratada por un equipo multidisciplinario que incluya a un nutriólogo, un psicólogo, psiquiatra, un médico y de preferencia que sea un endocrinólogo.
• Es importante enseñar con el ejemplo: Que los miembros de la familia apoyen y cambien sus hábitos de alimentación para que el niño no sienta que está en una dieta rigurosa y que la comida es especial para él, sino que todos llevan una alimentación rica y saludable.
• La madre es la que educa y enseña buenos hábitos desde niños para el resto de su vida, por lo que desde esta edad debemos cuidar, planear y motivar un estilo de vida saludable en forma permanente.
• Cuidar las porciones: Recuerda que exceso de cualquier tipo de alimento se convierte en grasa.
• Incluir verduras y frutas de maneras divertidas: Por ejemplo, un rico smoothie con hielo, leche de almendra o de arroz, canela, frutas congeladas que sepa estilo a malteada o hacer unas papas de jícamas que acompañe de guarnición la proteína de la comida en lugar de papas a la francesa.
• Crear el hábito de hacer ejercicio: Salir a caminar o correr al parque, armar un equipo con tus amigos para poder disfrutar de un partido de futbol o basquetbol.
• Que las colaciones sean saludables y deliciosas: comer almendras, nuez de la india o nueces así como verduras con limón y chile o palomitas sin grasa.
• Para la ansiedad de lo dulce: Disfruta de unas (tortitas de arroz) con mantequilla de almendra y mermelada sin azúcar o un plato de naranja con chile y limón.
• Limitar el consumo de bebidas azucaradas y jugos: Enseñarles a tomar agua sola, de jamaica o con limón y chía sin azúcar.
• Preparar un lunch saludable: Por ejemplo tres rebanadas de pechuga de pavo + zanahorias y pepinos con limón y chile y 2 tostadas horneadas o 1 barrita de amaranto + jícamas o apios con limón y chile + almendras o nueces.
LLH
