Tabaquismo

CIUDAD DE MÉXICO, México, jul. 21, 2014.- Se ha comprobado estadísticamente que dos de cada cinco personas fuman 20 o más cigarrillos al día y mueren prematuramente antes de los 65 años. A pesar de existir una gran cantidad de pruebas médicas que apoyan esta estadística, la mayoría de los fumadores continúa con ese vicio.

Los efectos del tabaco en el organismo dependen de varios factores:

Si se fuma pipa, puros o cigarrillos, la cantidad de humo que se envía a los pulmones y el tiempo que se lleva fumando.

El humo del tabaco contiene muchas sustancias químicas nocivas, pero tres de ellas son muy peligrosas para la salud: el alquitrán, la nicotina y el monóxido de carbono.

El alquitrán es el resultado de la combustión del tabaco que se condensa en los pulmones en forma de una masa pegajosa parecida al jarabe.

La nicotina es un alcaloide en estado puro y es venenosa, se utiliza para fabricar fungicidas para invernaderos. Se absorbe en los pulmones y actúa sobre el sistema nervioso, es una sustancia estimulante y uno de los principales factores de adicción.

El monóxido de carbono se produce por la combustión de sustancias como carbón, gasolina o tabaco; disminuye la capacidad de transporte del oxígeno por los glóbulos rojos.

Está comprobado que el humo del tabaco, en especial su alquitrán, es capaz de producir cáncer en los tejidos con los que entra en contacto.

Se ha demostrado que respirar el aire contaminado con el humo del tabaco incrementa el riesgo de cáncer de pulmón en los no fumadores o fumadores pasivos, como se les ha denominado para mayor precisión. Se sabe que la mayor parte de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares se presenta con más frecuencia en las personas que tienen el hábito de fumar que en las que no.

Se ha comprobado que el tabaco mata a más personas en el mundo que el SIDA o que los accidentes de tránsito. Es la principal causa de muerte evitable en el mundo.

LLH