LONDRES, Inglaterra, oct. 21, 2016.- Las finanzas públicas de Reino Unido mostraron un déficit muy por encima de lo esperado en septiembre, un revés para el ministro de Finanzas, Philip Hammond, que se prepara para presentar el primer borrador de presupuesto del país tras la votación del Brexit.
Los inversores están nerviosos ante la posibilidad de una salida inamistosa de Reino Unido de la Unión Europea y las cifras del viernes podrían limitar la capacidad de Hammond de amortiguar el golpe del resultado del referendo a través de un mayor gasto o rebajas de impuestos.
Reino Unido presentó un déficit presupuestario -excluyendo los bancos estatales- de 10,600 millones de libras (13,000 millones de dólares) el mes pasado, un 14.5 por ciento más alto que el mismo mes del año previo, indicó la Oficina Nacional de Estadísticas.
El déficit superó todas las previsiones de los economistas consultados por Reuters, que arrojaron una proyección mediana de un saldo negativo de 8,500 millones de libras.
Pese a caer desde más del 10 por ciento de la producción económica en 2010 al 4 por ciento en el último año financiero, el déficit presupuestario británico sigue siendo uno de los más altos entre las naciones desarrolladas.
En respuesta a las cifras conocidas el viernes, Hammond reiteró su mensaje de que rebajará el déficit presupuestario a un ritmo más lento que el planeado por su predecesor, George Osborne.
"Seguimos comprometidos con la disciplina fiscal y devolveremos el equilibrio al presupuesto durante un periodo de tiempo sensato, de forma que nos permita tener espacio para apoyar la economía como se necesita", afirmó en un comunicado.
No obstante, la lenta mejoría de las finanzas públicas en lo que va de año, junto a una esperada desaceleración de la economía el próximo año que impactará a los ingresos fiscales, representa una complicación más para Hammond mientras delinea el futuro presupuesto.
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