Reconocen gestión de finanzas públicas de México

CIUDAD DE MÉXICO, México, jun. 6, 2016.- Pese al actual entorno económico global, México ha demostrado una gran capacidad de resistencia debido a "una gestión fructífera de las finanzas públicas en los últimos 20 años", afirmó el presidente del Grupo BBVA Bancomer, Francisco González Rodríguez.

Estimó que para 2016 la economía crecerá por arriba de 2.6 por ciento y a medida que las reformas tomen cuerpo los precios del petróleo y la economía estadounidense se recuperen, el ritmo de crecimiento se ubicaría en alrededor de 3.5 por ciento en el mediano plazo.

En el marco de la Reunión Nacional de Consejeros del grupo, que se lleva a cabo en el Centro de Expo Bancomer, comentó: "vivimos tiempos complejos para el crecimiento global, con un menor crecimiento en China y volatilidad en los precios del petróleo"; así como riesgos geopolíticos en Oriente próximo y la situación migratoria en Europa, lo cual impacta social y políticamente, dejando "sombras en el ritmo de crecimiento en el mundo".

Sin embargo, añadió que la situación no es tan mala como pareciera, pues a pesar de un menor crecimiento, en Estados unidos el mercado del trabajo está dando señales positivas y se espera un crecimiento 2.5 por ciento este año.

A su vez, el vicepresidente y director general de la firma, Eduardo Osuna, dijo que el ajuste al alza en el estimado de crecimiento de México, de 2.2 a 2.6 por ciento, se debe a una demanda interna que crece a un "ritmo espectacular" y a la recuperación de las exportaciones hacia Estados Unidos.

En ese sentido, sostuvo que se observan tasas de inflación y de interés a mínimos niveles históricos, gracias a una política monetaria ortodoxa que, ligada a una política fiscal prudente, permiten que México se distinga de todos los países emergentes.

Refirió que el motor de la economía ha sido la demanda interna, además de un incremento real de los salarios ante una baja inflación y la creación de 800 mil empleos por año (entre empleos nuevos y la formalización).

Y es que el incremento de las remesas en 2.5 por ciento, cuando se traduce a pesos y debido a la depreciación de la moneda nacional, significa un poder de compra mayor en casi 20 por ciento, lo cual genera un círculo virtuoso en la demanda interna, apuntó.

Ello también se tradujo en un mayor acceso al crédito, que al final del sexenio se espera llegue a un 38 por ciento, y si las políticas monetarias y fiscales se mantienen, se debería esperar que esta tendencia continúe en crecimiento.

tfo