CIUDAD DE MÉXICO, México, may. 20, 2016.- En 2015, varias actrices de Hollywood alzaron la voz para denunciar las inequidades salariales entre hombres y mujeres. Jennifer Lawrence, Patricia Arquette, Gwyneth Paltrow y Meryl Streep dieron testimonio de injusticias al momento de resolver los salarios en la industria del cine.
Esta vez, la nota llega de la mano de una de las series más exitosas de la época: House of Cards. Robin Wright, quien interpreta a Claire Underwood, negoció más que un aumento de sueldo: exigió que le pagaran lo mismo que a su co-protagonista, Kevin Spacey. Como ella misma ha dicho, hubo discusión e incluso los amenazó con hacer público el asunto si no había equidad salarial.
"Era el paradigma perfecto. Hay muy pocas películas o programas de televisión en los que el hombre, el patriarca, y la matriarca son iguales. Uno de ellos es House of Cards", explicó la actriz. "Entonces dije que quería que me pagaran lo mismo que a Kevin. Además, miré las estadísticas y el personaje de Claire Underwood fue más popular que Frank Underwood por un tiempo. Así que lo capitalicé."
La actriz aseguró que la desigualdad salarial es una pandemia y que se debe combatir en todo el mundo.
Según algunos medios, la actriz afirmó que su capacidad de ganar dinero fue afectada por su maternidad. "No podía trabajar a tiempo completo y no pude incrementar mi salario. Si no construyes un salario a través de notoriedad y presencia, ya no estás en competencia en Hollywood. Te conviertes en una actriz de segunda", indicó.
Para quienes no sigan la serie, Wright y Spacey interpretan al matrimonio Underwood en la serie House of Cards, una pareja obsesionada con el poder y con obtener y mantener un alto puesto en la Casa Blanca.
En los primeros capítulos, Spacey llevaba el peso de la trama, pero Wright ha ido ganando protagonismo.
La diferencia salarial entre hombre y mujeres es un fenómeno mundial. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó que la brecha de remuneración entre hombres y mujeres es de 22.9 por ciento promedio, en otras palabras, las mujeres ganan 77.1 por ciento de lo que ganan los hombres.
Organismos internacionales estiman que en México la brecha salarial de las mujeres respecto de los hombres es de entre 15 y 20 por ciento en promedio, pese a que ambos desempeñan trabajos iguales.
Ese porcentaje llega a subir hasta 40 por ciento cuando se trata de mujeres en puestos de alta dirección.
De acuerdo con estadísticas, Luxemburgo, Alemania e Islandia, reportan una brecha salarial similar a la de México, mientras que Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú y Brasil, tienen una brecha salarial superior.
Guy Ryder, director general de la OIT, señaló que los progresos en materia de igualdad de género en el trabajo son insuficientes y persiste la brecha salarial de género.
La OIT señala que al ritmo actual, sin una acción dirigida, la igualdad salarial entre hombres y mujeres no será alcanzada antes de 2086, es decir, dentro de al menos 71 años, expuso.
El alcance de la brecha de remuneración entre hombres y mujeres varía según el sector, la ocupación, el grupo de trabajadores, el país y el tiempo.
La brecha normalmente es inferior en el sector público en comparación con el sector privado y es mayor en los trabajadores de más edad, cuantas más mujeres se encuentren en una determinada categoría de trabajo, menores serán los salarios de todos los trabajadores de esa categoría.
La OIT apunta que los empleos con salarios bajos son más frecuentes entre mujeres que entre hombres, y esta distribución por sexos de los empleos con salarios bajos también está ligada a la vulnerabilidad de las ocupaciones con preeminencia de mujeres ante el riesgo de un sueldo bajo.
Si se suma el salario más bajo al hecho de que las mujeres trabajan menos horas que los hombres a lo largo de la vida activa, resulta que las pensiones que cobran las mujeres son más bajas. Eso revierte en que hay más mujeres que hombres que caen en la pobreza a edades avanzadas.
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